lunes, 29 de octubre de 2007

"¡Osea, qué fuerte, tía!"

Buenas de nuevo. Lamento no haber escrito en casi un mes, pero mi tiempo libre me resulta sagrado, me hubiese olvidado del lugar de no ser porque todos los días se me clavan espinas que me hacen querer gritar. Hoy les toca a los pijos. ([Alaridos de miedo]).

Seguro que ya los conoces, hoy en día son casi el 40% de la población menor de 25 años. Proliferan como setas, y eso es lo que los hace tan surrealistas.
Me explico. Existen dos tipos de pijo (principalmente) el primero no molesta a nadie, es un tipo adinerado, de familia rica, que sencillamente, como tiene dinero, viste con ropa cara o de marca. Estos son incluso buenos tipos. Tienen su nivel de vida y punto, no se creen superiores ni hablan con intención de demostrar que son más "guays" que tú.
Pero claro, toda moneda tiene dos caras. Y la otra cara de esta moneda es, como poco, pintoresca (sino directamente gilipollesca...).
El pijo de barrio, o pijus bulgaris, es un tipo de clase media/media baja que en su absoluto miedo al rechazo se camufla de lo mas popular que pueda encontrar, rebajándose a fango mediocre fotocopiado de la coprovisión de mediodía. Vamos, que visten con la misma ropa todos (siempre digo que parecen hechos con un molde), llevan todos el mismo peinado, el mismo reloj... bueno ya me entendeís. Lo mas chocante de esta historia es que no sólo son como copias de sí mismos, sino que parecen actuar como si tuviesen una "mente enjambre". Esto se explica en dos partes: la primera es que su "núcleo de decisión" no es otro que la televisión en esos ratos en los que ningún ser individual en su sano juicio le presta la mas mínima atención (el tomate (y sucedáneos), los hombres de Paco, hermanos policías, sabes mas que un niño de primaria, supermodelo, operación triunfo (menos mal que ésto ya no está xD ), gran hermano (menuda forma de pervertir el título de un buen libro), factor x....). La segunda parte de la explicación es a un nivel mas bajo, lo que en ADE se denomina "nivel operativo". Las experiencias de cada individuo son compartidas hasta el mas mínimo detalle con su entorno de relación de nivel 1. Óbviamente, dicha información pasa al nivel 2 tergiversada, y al 3 ya ni te cuento. El efecto, es que todos parecen saber acerca de todos.
Si sólo fuesen intrapromocionales, no molestarían a nadie, pero son etnocentristas a mas no poder, y si algo no es como se supone, lo machacan a indirectas. Ésto, unido a que son un fango que empantana toda la sociedad con estupideces y anula el desarrollo y posibilidades de las buenas ideas sometiéndolas a modas, hacen de los pijos una lacra de la que no nos podemos librar. Como diría cierto amigo: "¡Mierda!, he vuelto a pisar otro pijo."

1 comentario:

Joruji dijo...

jeje son verdades como templos; me gustan las entradas que has publicado.
salu2